Carcomo de a poco los bordes que me evocan al recuerdo, un recuerdo frio y sin sentido que no hace mas que quitarme el aliento, me arrastro, mis uñas desgarran las paredes, cada pedacito de mi.
No te extraño, pero tu nombre me atormenta, pero tu piel me hace falta pero tu cuerpo no me abriga...
Conversar con la sombra ya no me resulta, buscarte en el espejo no me ayuda y aunque solo sea yo y mi eco, algo aturde...
Fué hace dos meses, se fué dejándome la sensación de sus dedos entre los míos, cada rincón de mi cuerpo de repente sintió el frío del vacío, me sentí palidecer y caer en un abismo del que no veía nada más que negrura, fué inevitable que gritara, aunque lo hacia por dentro, desde ese día mi grito me despierta en las noches, me sofoca, me pide explicaciones, mi vida de pronto se vió llena de contradicciones, sí te extraño, pero no se qué porque antes de este abismo físico entre los dos ya existía uno que nos separaba años luz incluso compartiendo la misma cama, es entonces cuando recuerdo y agradezco que te hayas ido, que con esa simple acción hayas vuelto a pensar en mi.
No sé si te extraño, no recuerdo otro estado más pleno que en el que me encuentro ahora, tengo total dominio de mis sentidos, encuentro una entera concordancia entre mi mente y mi cuerpo, sin embargo el problema es el silencio y todo lo que el construye y destruye sin prejuicios en mi mente.
A veces te extraño, aunque esas palabras ya me resulten absurdas, porque tienen demasiados sentidos para mí y porque cada uno de ellos al fin y al cabo no signifiquen ninguna salida real y coherente.
Quisiera saber si te extraño, porque ya no entiendo ni de mí y menos de mi mente, el espacio se agranda y achica y no plantea salidas a este remolino que se ha formado en mi cabeza, se que existe solución aunque no la encuentre y se que posiblemente vos estés en este momento diciendote en silencio que me extrañas.
(Aunque no me sirva)
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